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Los dispositivos IoT (Internet of things) son los elementos más propensos a ser atacados y, como consecuencia, los más vulnerables de toda la cadena de ciberseguridad. Esto se debe a que son dispositivos cuyos firmwares no se actualizan o no se actualizan de manera constante. Por lo tanto, la ciberseguridad en dispositivos IoT es más necesaria que nunca.

La ciberseguridad en dispositivos IoT aplicados a la industria, es una de las principales preocupaciones de las empresas de este sector, pues los daños económicos que puede generar un fallo en la seguridad de estos sistemas pueden ser catastróficos para las empresas.

Existen tres niveles en los que la cadena de valor de IoT se debe considerar:

  • El “edge” o plano local: este el nivel se refiere a las «cosas» en IoT, es decir los dispositivos. Esto incluye sensores, actuadores, gateways, concentradores y otros nodos IoT que se comunican localmente con los primeros.
  • La red de comunicaciones: Es la autopista que conecta los datos desde el plano local al remoto y viceversa. Une el mundo mundo físico con el mundo digital de Internet
  • La nube o plano remoto: Se refiere a los servidores, bases de datos y plataformas remotas de analítica y visualización que dan sentido y valor a los datos. Suele ser además la principal interfaz de comunicación con el humano consumidor de estos datos.

Para asegurar la seguridad de cualquier sistema IoT se deben abordar estos 3 niveles, aunque, por lo general, la mayoría de ciberataques y amenazas de seguridad se centran en los dispositivos IoT, ya que las redes de comunicaciones y los elementos de la nube están generalmente mejor protegidos. Es por ello que identifican que el dispositivo IoT es el elemento más vulnerable de toda la cadena de ciberseguridad, debido a la falta de actualizaciones de su firmware.

Los expertos destacan tres claves para asegurar la integridad de los dispositivos IoT:

  1. Utilizar como base soluciones que incluyan la seguridad desde el diseño. La ciberseguridad debe concebirse desde el origen, no como algo adicional o una funcionalidad opcional que se pueda añadir a posteriori
  2. Tener control sobre el ciclo de vida completo de los dispositivos. Esto permite tener la capacidad de actualizar todos los dispositivos IoT de manera eficiente y ágil, y gestionar el funcionamiento de éstos en todo momento.
  3. Contar con soporte profesional en materia de ciberseguridad, evitando la utilización de software de uso libre que no lleva detrás un mantenimiento asociado, poniendo en riesgo la protección de los dispositivos IoT.

 

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