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Imagina Un gran plan industrial: máquinas que ajustan su labor en tiempo real, flotas de vehículos autónomos circulando por las instalaciones, todos los datos de la fábrica se transmiten a un centro de control (sin importar la distancia que haya) y, a partir de las cuales, se toman deciones. ¿Te parece una escena de película o una escena cada vez más cotidiana? Así será nuestra vida gracias a la ciberseguridad y el 5G.

El Internet of Things (IoT)

Siguiendo con le ejemplo puesto al inicio, la industria será uno de los ámbitos más beneficiados por el desarrollo del internet de las cosas (IoT, por Internet of Things), Pero, ¿qué es el IoT? Es la capacidad de todo tipo de robots, sensores, aparatos y dispositivos de comunicarse con una mínima latencia, a través del 5G, para actuar ante un entorno cambiante. Transformará la forma de trabajar en las fábricas, y también ámbitos como la medicina quirúrgica, la movilidad o la gestión energética.

Con el 5G, las posibilidades del internet de las cosas son enormes: se calcula que en 2025 habrá 25.000 millones de aparatos conectados, y gracias en gran parte a la inteligencia artificial (IA), estarán capacitados para compartir información y actuar eficientemente en función de esos datos. Pero en este desarrollo hay una curva potencialmente muy peligrosa, la ciberseguridad.

Ciberseguridad y 5G

Al igual que ocurre en otros ámbitos de la tecnología, el IoT exige un nuevo enfoque a la hora de hacer frente a los problemas que pueda tener, como la ciberseguridad. A medida que se desarrollan las tecnologías, los productos, el contexto cambia… el entorno es más complicado, y los ataques pueden dirigirse de diferentes maneras: a la propia conectividad, a la identificación de las máquinas, buscando crear caos, o a la solidez y confidencialidad de los datos que se transmiten entre ellas, ampliando las posibilidades del ciberespionaje industrial.

¿Cómo podemos trabajar la ciberseguridad? Para hacer frente a cualquier problema que pueda surgir necesitamos una monitorización constante y el uso de la Inteligencia Artificial.  Aunque, ahora mismo, a el criterio humano juega un factor importante, al menos a corto y medio plazo. Uno de los motivos es que, con el drástico aumento de número de datos en la red, la cantidad de alertas automatizadas se va a disparar, y muchas de ellas pueden ser falsos positivos.

Por ejemplo: una campaña especial de descuentos, como el Black Friday. En esas situaciones, las técnicas de machine learning podrían confundir el extraordinario aumento del tráfico legítimo hacia un servidor con un ataque de Denegación Distribuida de Servicio (conocidos como DDoS) y reaccionar para acabar con un ataque en realidad inexistente. Este es un claro ejemplo del mundo IT, pero extrapolable al internet de las cosas.

Conclusión

Queda mucho camino por recorrer para que el IoT desarrolle toda su capacidad. Pero la autopista, el 5G, ya está lista, y se trabaja para que toda la información de alto valor añadido, que es capaz de transmitir, tenga los máximos estándares de seguridad. No es un proceso sencillo, pero merece la pena. Como dice Federico Ruiz, del Observatorio Nacional 5G, “las economías que tengan actores capaces de incorporar estos requisitos de ciberseguridad a la red tendrán mucho ganado”.

 

Si buscas implantar 5G en tu empresa o trabajar la ciberseguridad de esta, puedes contactar con nosotros. Realizaremos una auditoría para saber cuáles son tus necesidades y poder hacer frente a ellas de la manera más productiva posible.

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